domingo, 23 de octubre de 2011

El efecto pigmalión en la escuela

El poder de las expecttivas de ha revelado a lo largo de los tiempos como un efectivo mecanismo endógeno o exógeno de persuasión sobre la posibilidad de alcanzar metas, a menudo de difícil alcance.

La tendencia es relacionar este efecto con resultados positivos: batir marcas deportivas, amasar grandes fortunas, alcanzar objetivos políticos o militares o hacer progresar a la sociedad en el campo científico-tecnológico.

La vertiente negativa no cuenta con el mismo grado de difusión, en tanto que tiene menor repercusión social. La escuela es un microcosmos propicio para evaluar tanto los efectos beneficiosos como los perniciosos del efecto pigmalión por la riqueza y variedad de individuos y estímulos que cohabitan.

En algún momento u otro de nuestra vida académica, todos hemos formado parte del "peor grupo del colegio", o hemos sido tachados de ineptos en algún área que la que no destacábamos por tener un gran rendimiento. En otras ocasiones, la fama por ser un alumno brillante, un amigo socialmente bien valorado entre sus iguales o nuestras prestaciones deportivas, nos ha precedido.

Tanto a nivel epistemológico como a nivel experiencial, se puede afirmar taxativamente que los estímulos negativos suelen ser menos efectivos que los positivos, constituyéndose en ocasiones como agentes perniciosos para el desarrollo de la persona o para la consecución del objetivo propuesto.

La escuela, marca en ocasiones a fuego los roles que ejerceremos como adultos, ser "el listo", "el gracioso" o "el gafotas" predispone en la vida adulta a ejercer determinados roles, alcanzar determinadas cotas de autoconcepto y diferentes niveles de felicidad.

Nota: El efecto pigmalión me ha interesado mucho también porque viene de un antiguo mito griego, si hay interés por el tema lo explicaré ya que opino que a nivel de escuela, este efecto tiene gran importancia.

sábado, 15 de octubre de 2011

Los ordenadores están en las aulas. ¿Y ahora qué?

Ahora que hemos empezado a hablar de la educación, me gustaría que leyérais un artículo del que me paré mucho a reflexionar el otro día:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ordenadores/estan/aulas/ahora/elpepusoc/20111010elpepisoc_1/Tes


La introducción de las nuevas tecnologías a lo largo del tiempo es una realidad. Y el hecho de tener que adaptarse a ellas también lo es.

Sin embargo, conforme avanzamos en unos ámbitos, en otros nos quedamos estancados, e incluso vamos empeorando. Este es el caso de la educación en España. Según muestran muchos estudios e investigaciones el nivel de aprendizaje en las escuelas ha ido bajando progresivamente, como también lo ha hecho el rendimiento de los niños en las escuelas.

Según mi propia experiencia personal con niños, incluso con mi hermano pequeño, he podido observar cómo ha disminuido la motivación por aprender y por adquirir nuevos conocimientos. Además, vivimos en una sociedad en que predomina un materialismo que también se observa en los más pequeños. Pero ese es otro tema a tratar.

Con respecto a este problema educativo, el gobierno ha querido interrelacionar esas nuevas tecnologías con la educación, como un método para una posible solución.

Pero después de leer las diversas opiniones de personas de toda España involucradas en la educación y de pararme a reflexionar y a trasladarme a la posición de profesora, yo pienso que no es “el método” para subsanar la educación. Es decir, se está intentando con el plan Bolonia, hacer un cambio radical de las metodologías de antes y supongo que Escuela 2.0 es también una consecuencia de este. Sin embargo, yo pienso que no tiene porque ser un cambio radical.

Es positivo, estudiar nuevos estímulos para captar la atención del alumnado, y que se interese de nuevo por aprender. Por ello, las pizarras digitales, los ordenadores, etc, son una innovación que capta la atención de estos indudablemente. Pero de ahí, al punto de introducir todo eso como método exclusivo de enseñanza me parece algo exagerado. Como todo, los niños se acostumbrarían y ya no sería tan efectivo, además de que nunca será igual el cariño que puede proporcionarte un profesor para enseñarte las cosas, al que puede proporcionarte “una máquina”.

En mi opinión, son muy importantes las relaciones personales de profesor-alumno. Por eso, yo me centraría más en reformar  la formación del profesorado, para que sepan cómo abordar al alumno y captarlo bien, antes de introducir miles de ordenadores como método de enseñanza.

De un buen profesor y del cariño que ponen en tu aprendizaje uno nunca se olvida, sin embargo, del vídeo que has podido ver en una página del youtube te olvidas casi instantáneamente. Igual si que aprenden cosas, no digo que no, pero insisto en que somos personas y hay que intentar buscar caminos más personales y menos artificiales, aunque sé que ahora, a día de hoy, son una buena  manera novedosa de motivarlos.


domingo, 9 de octubre de 2011

Concepción sociocultural: FOUCAULT

En la última clase teórica hablamos de un tal Focault y la verdad es que no pude resistirme a saber quien era ese hombre que al parecer representa en parte esa concepción sociocultural del cuerpo, por ello, después de leer algunas cosas, me gustaría que conociéramos todos un poquito más acerca de este hombre tan peculiar.

 Filósofo francés que intentó mostrar que las ideas básicas que la gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad cambian a lo largo de la historia. Sus estudios pusieron en tela de juicio la influencia del filósofo político alemán Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud. Foucault aportó nuevos conceptos que desafiaron las convicciones de la gente sobre la cárcel, la policía, la seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales y el bienestar.

Las principales influencias en el pensamiento de Foucault fueron los filósofos alemanes Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger. 
 El pensamiento de Foucault exploró los modelos cambiantes de poder dentro de la sociedad y cómo el poder se relaciona con la persona. Investigó las reglas cambiantes que gobiernan las afirmaciones que pueden ser tomadas de forma seria como verdaderas o falsas en distintos momentos de la historia. Estudió también cómo las prácticas diarias permiten a la gente definir sus identidades y sistematizar el conocimiento; los hechos pueden ser entendidos como productos de la naturaleza, del esfuerzo humano o de Dios. Foucault afirmaba que la concepción de las cosas tiene sus ventajas y sus peligros.

Y con esta pequeña introducción, voy a añadir varias frases que me han llamado la atención de Foulcault que muestran claramente la idea que poseía sobre el mundo y la situación sociocultural:

(...) Para que el Estado funcione como funciona es necesario que haya del hombre a la mujer o del adulto al niño relaciones de dominación bien específicas que tienen su configuración propia y su relativa autonomía.

(...) Lo propio del saber no es ni ver ni demostrar, sino interpretar.

(...) Cuando un juicio no puede enunciarse en términos de bien y de mal se lo expresa en términos de normal y de anormal. Y cuando se trata de justificar esta última distinción, se hacen consideraciones sobre lo que es bueno o nocivo para el individuo. Son expresiones de un dualismo constitutivo de la conciencia occidental.

(...) ¿Puede extrañar que la prisión se asemeje a las fábricas, a las escuelas, a los cuarteles, a los hospitales, todos los cuales se asemejan a las prisiones?

(...) La prisión es el único lugar en el que el poder puede manifestarse de forma desnuda, en sus dimensiones más excesivas, y justificarse como poder moral.

Y por último me gustaría añadir una última frase que me gustaría que alguien la leyera con detenimiento y me la explicara porque no entiendo el sentido que Foucault quiere darle...o si he entendido bien lo que quiere expresar..no estoy de acuerdo del todo:

(...) Desde el principio, la prisión debía ser un instrumento tan perfeccionado como la escuela, el cuartel o el hospital y actuar con precisión sobre los individuos. El fracaso ha sido inmediato, y registrado casi al mismo tiempo que el proyecto mismo. Desde 1820 se constata que la prisión, lejos de transformar a los criminales en gente honrada, no sirve más que para fabricar nuevos criminales o para hundirlos todavía más en la criminalidad. Entonces, como siempre, en el mecanismo del poder ha existido una utilización estratégica de lo que era un inconveniente. La prisión fabrica delincuentes, pero los delincuentes a fin de cuentas son útiles en el dominio económico y en el dominio político. Los delincuentes sirven.